El crecimiento del padel en todo el mundo es innegable. A pesar de que siempre fue un deporte de raqueta popular, en los últimos años hemos visto como se ha expandido por todos los continentes, convirtiéndose en un verdadero fenómeno.

Aunque es un deporte relativamente nuevo, parte de su equipamiento ha evolucionado rápidamente, como la bola de padel que ha sufrido una importante evolución en su diseño y fabricación. ¿Cómo sucedió esto? Hoy te lo explicamos.

Contexto histórico

Pese a que se originó en México en la década de 1960, fue en Argentina, y luego en España donde este deporte realmente floreció. Su popularidad hizo que la demanda de equipos especializados, en particular palas y bolas, creciera exponencialmente. Las primeras bolas de pádel eran semejantes a las de tenis, pero les faltaban las características específicas necesarias para un rendimiento óptimo en las pistas de pádel.

Diseños iniciales

Inicialmente, las bolas de pádel se manufacturaban con núcleos de goma y revestimientos de fieltro. Sin embargo, los jugadores notaron que estas bolas no proporcionaban el mismo rebote ni control que las bolas de tenis, especialmente en las pistas cerradas que caracterizan al pádel. Esto llevó a los fabricantes a probar materiales y diseños distintos para mejorar el juego.

Avances tecnológicos

A finales de los 80 y principios de los 90, los avances en la ciencia comenzaron a influir en el diseño de las bolas de pádel. Los fabricantes comenzaron a utilizar caucho y materiales sintéticos de alta calidad para crear bolas que ofrecieran mayor durabilidad y rendimiento. Estas innovaciones llevaron al desarrollo de bolas que mantenían su funcionalidad durante períodos más largos.

Normalización y Regulación

En 1991, la Federación Internacional de Pádel (FIP) estableció una normativa que definía las especificaciones de las bolas de pádel, incluyendo tamaño, peso y características de rebote. Estas regulaciones aseguraron que los jugadores de todo el mundo compitieran con equipos que cumplieran con criterios específicos, mejorando aún más la legitimidad y el atractivo del deporte.

Diseño actual de la pelota

Las bolas de pádel actuales están cuidadosamente diseñadas para ofrecer un rendimiento óptimo. Tienen un diámetro aproximado de 6,35 a 6,77 cm y pesan entre 56 y 59,4 gramos. Su núcleo de goma proporciona un rebote vivo, mientras que la cubierta exterior de fieltro garantiza un buen agarre de la pala.

En la actualidad se ofrecen diferentes opciones de bolas ya que pueden ser blandas o duras, pero que siempre se adapten a las diferentes preferencias y estilos de los jugadores.

El pádel: más que un deporte, un estilo de vida

La evolución de las bolas de pádel es un claro reflejo de como este deporte que comenzó solo como un hobby terminó encantando a toda una generación. Sabemos que las innovaciones continuarán y con ellas un futuro mucho más prometedor para el pádel.

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