Las pelotas de tenis/padel vienen preenvasadas con una presión de aire adecuada en el bote presurizado de fábrica, de alrededor de 12 psi, dependiendo de la marca. Las pelotas de tenis normalmente tienen un poco más de presión.
Sin un orificio de inflado, puede resultar desafiante medir la presión interna de las pelotas de tenis/padel. Sin embargo, hay algunos métodos que puedes utilizar para asegurarte de que las pelotas mantengan la presión adecuada sin dañarlas. En este artículo, exploraremos estos métodos alternativos.
Dado que las pelotas de tenis no tienen un orificio de inflado, no se puede utilizar un medidor de presión de aire tradicional. En su lugar, puedes confiar en otros indicadores para evaluar si las pelotas están manteniendo la presión adecuada. Una de las formas más comunes es observar el rebote de las pelotas.
El rebote de las pelotas de tenis puede ser un indicador útil de su presión interna. Un rebote consistente y predecible es un signo de que las pelotas están infladas correctamente. Si las pelotas tienen una presión adecuada, rebotarán a una altura moderada y consistente en diferentes superficies de la cancha. Sin embargo, si notas que las pelotas están rebotando demasiado alto (poco habitual) o demasiado bajo, es posible que las pelotas ya no sirvan para jugar.
De acuerdo con el reglamento de tenis el rebote de la pelota, dejándola caer desde una altura de 2,54 cm, debería rebotar hasta una altura de entre 1,35 a 1,47. En cambio el reglamento de padel ese rango va de 1,35 cm a 1,45 cm.
Otro indicador a considerar es el estado general de las pelotas. Con el tiempo y el uso, las pelotas de tenis/padel tienden a desgastarse y perder presión. Si las pelotas se sienten más blandas de lo habitual o si notas signos visibles de desgaste, es posible que ya boten menos del ideal. En ese caso ya será necesario reemplazarlas por unas nuevas para mantener un juego consistente.
También es importante tener en cuenta que las condiciones ambientales pueden afectar la presión de las pelotas de tenis/padel. La temperatura, la humedad y la altitud pueden influir en la presión interna de las pelotas. Por ejemplo, las temperaturas más altas pueden aumentar la presión, mientras que las temperaturas más bajas pueden disminuirla.
En resumen, aunque las pelotas de tenis/padel no tienen un orificio de inflado y no se pueden medir directamente con un medidor de presión de aire, existe un método alternativo para evaluar si mantienen la presión adecuada. Observar el rebote de las pelotas y estar atento a su estado general puede ayudarte a determinar si necesitan ajuste o reemplazo.
Además, ten en cuenta las condiciones ambientales y almacena las pelotas en un presurizador Ball Rescuer para mantener una presión más constante. Con estos consejos, podrás disfrutar de un juego justo y equilibrado en la cancha.