Como adeptos al tenis o al pádel, deseamos que las bolas que usamos posean un rendimiento óptimo por mucho más tiempo. Sin embargo, la realidad es que debido a los golpes que reciben, su desgaste es muy rápido. Afortunadamente, contamos con presurizadores diseñados para mantener la presión interna de las bolas, alargando su vida útil y su rendimiento.

Hoy queremos ayudarte a identificar cuales bolas no son convenientes usar en un presurizador.

Tipos de bolas que no son aptas para usar en un presurizador

1. Bolas sin presión

Uno de los tipos más comunes de bolas no aptas para presurizadores son las bolas sin presión. A diferencia de las bolas de tenis y pádel normales que están llenas de aire presurizado, estas no tienen presión interna. Usarlas en un dispositivo de este tipo es innecesario y puede provocar daños o deformaciones.

2. Bolas de práctica y entrenamiento

Otra categoría de bolas no aptas para presurizadores incluye las de práctica y entrenamiento. Las bolas de baja compresión que están diseñadas específicamente para principiantes o jugadores más jóvenes y que se utilizan en entornos controlados para entrenamiento, no requieren los beneficios de un presurizador.

3. Bolas modificadas

Las bolas de tenis modificadas, como las diseñadas para juegos o adaptaciones específicas (como las bolas de espuma o las que se usan en el tenis en silla de ruedas), también entran en la categoría de opciones inadecuadas para presurizadores.

Las bolas de espuma, por ejemplo, son mucho más ligeras y suaves que las bolas de tenis tradicionales, lo que las hace ideales para jugar en interiores o para los niños que recién estén aprendiendo este deporte.

La falta de aire presurizado en estas bolas significa que los presurizadores no mejorarían su rendimiento, y su uso en dichos dispositivos podría tener consecuencias no deseadas, como alterar el rebote.

4. Bolas viejas o gastadas

Las bolas de tenis o padel viejas o gastadas son otro tipo que no deben usarse en un presurizador. Al envejecer pierden su presión interna y la calidad de su caucho. Se convierten en pelotas que no pueden ser presurizadas. 

En algunos casos los jugadores podrían pensar que volver a presurizar estas bolas podría restaurar su rendimiento, pero la mayoría del tiempo no produce el resultado deseado. El uso de bolas obsoletas en un presurizador también puede dañar el dispositivo en sí, ya que es posible que no esté diseñado para manejar bolas que ya no son aptas para jugar.

Conoce bien tu presurizador

¿A qué conclusión podemos llegar? No todas las bolas de tenis y pádel son iguales, por lo que observar sus condiciones antes de usar un presurizador con ellas se hace necesario. Estudiar bien cómo funciona tu presurizador, cuales bolas son compatibles con este, cual es la presión máxima que alcanza, entre otros detalles, logrará maximizar el rendimiento de tus bolas de tenis y pádel sin complicaciones.

En realidad, no debes buscar exhaustivamente por todos lados; nuestro presurizador Ball Rescuer, te ofrece todos los beneficios para tus bolas de tenis y pádel al mejor precio del mercado.